Las vacaciones son unas semanas del año que todos esperamos con muchas ganas. Las hagas en julio, en agosto, en septiembre o en cualquier otro momento del año, son la prometida recompensa a un año de esfuerzo laboral. ¿Pero qué pasa si no eres capaz de desconectar del trabajo ni durante tus días de descanso?
Aprender a desconectar del trabajo en vacaciones es más importante de lo que parece. Hacerlo puede tener repercusiones en tu salud y en tu vida personal, pero también en tu concentración o en tu productividad una vez vuelvas a trabajar. Además, son múltiples los beneficios de disfrutar de unas vacaciones en condiciones.
A continuación analizamos las ventajas de las vacaciones, los inconvenientes que pueden causarte no desconectar del trabajo y algunas técnicas para que disfrutes del verano sin preocupaciones.
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Consecuencias de no desconectar del trabajo
No hacer un necesario parón de vez en cuando puede traducirse en toda una serie de consecuencias para el trabajador que van más allá del entorno laboral, como:
- Incremento del estrés
- Falta de concentración
- Desatención de las relaciones personales
- Mal humor, irritabilidad y frustración
- Problemas para conciliar el sueño
- Dolores de cabeza o de espalda
- Trastornos digestivos
- Cardiopatías
- Menor productividad
- Ansiedad o depresión
Por todos estos motivos, como manager es importante que incentives a tus empleados a disfrutar de sus días de descanso y como empleado es necesario que aprendas a desconectar en vacaciones.
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Por qué son importantes las vacaciones
Según una encuesta de la empresa recursos humanos Adecco, casi el 35% de los trabajadores españoles no desconecta lo suficiente del trabajo. Entre otros motivos, destacan:
- Estar pendiente del teléfono o correo corporativo.
- Atender llamadas de jefes y compañeros.
- La falta de coordinación con los compañeros.
- El sentimiento de culpa por no estar atentos al trabajo.
Pero son muchas las ventajas que tienen las vacaciones:
1. Las vacaciones mejoran tu calidad de vida
Descansar y desconectar del trabajo en vacaciones es bueno para la salud mental. Salir de la rutina ayuda a mejorar tu estado de ánimo y reconectar con la familia y los amigos.
Una de las consecuencias más destacables es que, a diferencia de las semanas laborales, cuando se tiende a dormir menos horas de las recomendadas, las vacaciones permiten disfrutar de más horas de sueño y de mayor calidad, al estar más relajados y tener menos preocupaciones.
2. Aprovecha las vacaciones para liberar estrés
Más allá de la desconexión del trabajo, que ya de por sí ayuda a reducir el estrés, las vacaciones te permiten realizar actividades que disparen la dopamina, comúnmente asociada al sistema cerebral del placer.
Márcate nuevos retos, como lograr incrementar los quilómetros que corres, nadas o haces en bici. Date un gusto y ves a comer a sitios nuevos y estimulantes, visita nuevos lugares o juega con los tuyos a algo nuevo que os haga disfrutar de la sana competición. Cualquier actividad que te guste ayudará a que tengas un mayor número de pensamientos positivos y menos estrés.
3. Vuelve al trabajo con las pilas cargadas
El descanso vacacional no sólo permite volver al trabajo con nuevas energías, también se traduce en más concentración, creatividad, eficacia, imaginación y productividad, con lo que afrontarás los retos que te esperan a la vuelta desde una nueva perspectiva.
Estarás mucho más motivado y la reducción de estrés se traducirá en un mejor clima laboral y en un mejor funcionamiento de tu empresa. ¡Todo son ventajas!
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5 técnicas para desconectar del trabajo en vacaciones
1. Cambia tus rutinas
Si estás acostumbrado a hacer unos horarios muy estrictos, las vacaciones te ofrecen la oportunidad perfecta para liberarte y romper con tus rutinas. Sal de la cama cuando te apetezca; cocina si quieres o, si no, vete de restaurantes o pide algo a domicilio; en lugar de ir al gimnasio, sal a la playa o a la montaña a ejercitarte y vete a dormir sólo cuando realmente tengas sueño.
2. No trabajes en casa y desconecta
Parece obvio, pero a mucha gente le cuesta no trabajar un poco en vacaciones. Avisa a compañeros y colaboradores de que esos días no estarás operativo y deja de lado los aparatos electrónicos todo lo que puedas (siempre que no sea para usarlos para ver una peli, llamar a los amigos o jugar a un juego). Si no te queda más remedio que encargarte de algún tema laboral, marca horarios específicos y, fuera de ellos, no hagas nada.
Más allá de dejar el móvil sobre un mueble y sólo usarlo para actividades de ocio, te recomendamos desconectar todo lo que puedas de las redes sociales. El ruido que se genera a menudo en muchas de ellas te impedirán alejarte de la rutina más de lo que crees.
3. Dedícate tiempo a ti y a los tuyos
Aunque tienes que intentar que en tus vacaciones haya el mínimo número de tareas posible (muchas veces autoimpuestas), aprovecha para estar con familia y amigos y para realizar actividades que te llenen.
¿Te acuerdas de aquel compañero de universidad o de aquel primo que hace meses que no ves? Llámalo para ir a tomar algo. ¿Tienes abandonado tu hobby? Desempolva la guitarra, saca los palos de golf del armario o empieza a bajar la pila de lecturas acumuladas.
4. Potencia las actividades de ocio y los viajes
Salir del entorno habitual puede ser una gran terapia, así que viajes y excursiones son imprescindibles en vacaciones para desconectar. También puedes aprovechar para hacer todas esas actividades que durante el año no tienes tiempo de hacer: visita museos, haz un curso de submarinismo o vete al teatro.
5. Trabaja en tu interior
No todo va a ser fiesta y jolgorio en vacaciones. Los numerosos momentos de descanso y relax son ideales para que dediques tiempo a mirar en tu interior.
Si te vienen a la cabeza pensamientos negativos o preocupaciones, es un momento perfecto para ponerlos en perspectiva y valorarlos en su justa medida. También puede ser un buen momento para reflexionar sobre tus motivaciones y proyectos (pero siempre siendo benevolente y comprensivo contigo mismo). Las vacaciones te tienen que servir también para afrontar la vuelta a la rutina con nuevas herramientas.
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