¿Eres aficionado a los juegos de mesa? Como mínimo, cuando eras pequeño/a seguro que has jugado a juegos de tablero. Muchos de los clásicos de este género, como el Monopoly o el Juego de la Vida, tiene una banca como elemento central y el objetivo es vender, comprar, invertir, solicitar prestamos…
Podemos decir que el juego y la banca siempre han estado estrechamente ligados. Por ello, no es extraño que cada vez más entidades financieras apliquen gamificación en sus negocios, sobre todo a partir de la implantación de la banca digital. Hoy analizamos de qué maneras lo hacen y con qué objetivos.
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Claves de la gamificación para servicios bancarios y similares
La mayoría de los consumidores piensan que la banca es aburrida porque los beneficios de los productos financieros de alta calidad no se aprecian de inmediato. Por eso, muchos bancos han optado por utilizar la gamificación para remodelar el diseño y la experiencia de los bancos digitales.
El uso de gamificación en el contexto financiero ha sido impulsado por una combinación de varios factores. Es el caso, por ejemplo, de la evolución de las preferencias de los consumidores y su deseo de utilizar herramientas más adecuadas para su vida diaria, papel que actualmente juegan las apps digitales. Es muy útil tener una excelente experiencia de cliente para responder a la demanda de los consumidores en servicios financieros digitales.
Los bancos pueden usar la alegría, la diversión y la sensación de logro que brindan estas aplicaciones para construir conexiones sólidas con los clientes. Además, la gamificación puede ayudar a los usuarios a alcanzar objetivos y tareas muy difíciles, jugando así un papel importante en sus vidas. Educan a los consumidores sobre cómo administrar su dinero y mantenerlo en funcionamiento, lo que los hace particularmente útiles para convertir las engorrosas operaciones bancarias en experiencias emocionantes y gratificantes.
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La banca digital gamifica con tres objetivos diferentes
1. Los juegos de la banca para fidelizar a sus clientes
El trato que las entidades financieras ofrecen a sus clientes es cada vez más personalizado. Gracias al acceso directo y casi constante que les permiten las apps, pueden ofrecer servicios como gestores personalizados o ofertas y consejos adaptados a sus necesidades.
En este sentido, la gamificación puede ser una gran aliada para lograr fidelizar clientes. Mediante la implantación de sistemas de puntos, medallas y recompensas, puedes conseguir que los usuarios de tu app descubran nuevas funciones, te faciliten datos que permitan personalizar su experiencia y ofrecerles servicios que los hagan sentirse únicos e importantes para tu compañía. Las posibilidades son casi infinitas.
2. Formación bancaria tanto para trabajadores como para clientes
Gracias a la gamificación, los empleados pueden capacitarse para tener las herramientas que necesitan para administrar clientes en persona o en línea y mejorar los resultados de la entidad financiera. La adquisición de nuevos conocimientos es mucho más divertida y efectiva si se aplican dinámicas de juego.
Pero eso no es todo. Esta misma lógica puede aplicarse a tus clientes. Si les enseñas conceptos básicos de economía, de inversión, de banca… es más posible que se lancen a contratar nuevos servicios contigo a medida que descubran sus ventajas.
Por ejemplo, tras lanzar una nueva versión de tu banca online, no hay nada como una experiencia gamificada para que el usuario aprenda a navegar en ella y descubra nuevas secciones, métricas o servicios que le pueden resultar útiles.
3. Gamificar para vender productos bancarios innovadores
Los bancos se enfrentan a condiciones económicas en constante cambio, y la aparición de nuevos nuevos players en el sector como las big tech es un desafío. El uso de la tecnología para brindar servicios financieros innovadores y la transformación digital son la clave para obtener mejores resultados.
Gracias a la gamificación puedes dar impulso a tus nuevos productos y lograr que tus servicios sean atractivos para unos clientes cada vez más informados. Se pueden desarrollar partidas gamificadas especialmente pensadas para los equipos comerciales. La competitividad interna contribuye a hacer que tus empleados se impliquen más en el proceso de venta de este tipo de producto y que adquieran herramientas para resolver satisfactoriamente las posibles dudas de los clientes.
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La banca puede hacer frente a los retos actuales mediante gamificación y, como has podido comprobar, pueden cubrirse muchos flancos gracias a la aplicación de dinámicas de juego.
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