Comisiones, bonos, acciones… Hay muchos tipos de incentivos monetarios que puedes ofrecer a tus trabajadores para que estén motivados, pero la clave para que sean efectivos no es la cuantía, sino cómo los gestionas.
Por ejemplo, ¿crees que producirá el mismo efecto dar un único extra a un miembro del equipo, que repartirlo entre todos? Del mismo modo, seguramente no es lo mismo hacer un único bono muy cuantioso al año, cuyo efecto es pasajero, que recompensar de forma más continua a todos los miembros del equipo, ¿no crees?
Las partidas gamificadas con retos y recompensas periódicos son una herramienta estupenda que permite gestionar los incentivos económicos de forma divertida, diferente y efectiva. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre gamificación, incentivos laborales económicos, su gestión y cómo conseguir que tu equipo esté motivado gracias ellos.
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Gamificación e incentivos: un equipo que funciona
Cuando hablamos de gamificar, hablamos de buscar nuevas maneras de incentivar a los equipos. La estrategia «del palo y la zanahoria» debería estar ya ampliamente superada. Esta manera de motivar, basada en el premio y el castigo, es, por definición, cortoplacista, ya que puede servir para obtener resultados inmediatos, pero a largo plazo supone la eliminación de cualquier tipo de motivación y, por supuesto, la búsqueda de alternativas laborales de las personas implicadas.
Un claro ejemplo de liderazgo basado en esta forma de motivar equipos comerciales es la interpretada por Alec Baldwin en «Glengarry Glen Rose» (aquí arriba te dejamos un fragmento de la película). En ella, su personaje «motiva» a un equipo de comerciales inmobiliarios explicándoles que, de partida, están todos despedidos y que el que más venda recuperará su trabajo y recibirá un flamante coche y el que quede en segunda posición, ganará un juego de cuchillos. Como se puede ver durante la película, esta manera de incentivar a los vendedores resulta en una batalla nada deseable para el sostenimiento de un proyecto a largo plazo.
Por lo tanto, es necesario buscar nuevas maneras de motivar a los empleados, especialmente a los comerciales, cuyo compromiso con el proyecto puede ser inferior al de otros equipos dentro de un mismo proyecto. Te puede interesar: Gamificar contra la desmotivación laboral, donde hablamos del estudio de Gallup que recoge estas y otras conclusiones sobre engagement en el trabajo.
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¿Qué es un incentivo laboral?
Un incentivo laboral es un estímulo que se ofrece para mejorar el rendimiento laboral. ¿Los has utilizado alguna vez en tu empresa?
Los hay de dos tipos: incentivos monetarios e incentivos no monetarios. Ambos tienen características propias que pueden hacerlos útiles según el tipo de equipo o la situación de tu negocio.
Incentivos laborales no monetarios
Mejores horarios, formación, viajes… son algunos de los ejemplos de incentivos no monetarios que pueden acompañar a un empleo. Jugar, establecer metas ligadas a una aventura virtual, competir entre sí y meterse en el papel de un escalador o de una corredora puede suponer en sí mismo un incentivo. Estaríamos hablando en este caso de motivación intrínseca, de aquella que surge de uno mismo y que nos lleva a querer superarnos y ser mejores.
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Incentivos laborales monetarios
El incentivo monetario por definición es el sueldo, aquella cuantía que recibe toda persona trabajadora por el hecho de realizar su trabajo. Sobre este sueldo se pueden establecer otros tipos de incentivos monetarios (acciones, bonos…). Uno de los más típicos es la comisión por ventas. Las comisiones por ventas son muy interesantes desde el punto de vista de motivación porque permiten establecer claramente los objetivos. Si se alcanza un objetivo, se recibe una recompensa.
Incentivos laborales monetarios en gamificación
Cuando preparas un juego para incrementar ventas debes decidir qué presupuesto total vas a repartir como parte de los incentivos monetarios. Si bien es obvio que una parte de la motivación la genera la propia dinámica, otra parte fundamental se consigue al establecer unos objetivos bien definidos ligados a premios. Deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y sujetos a una fecha concreta.
Pero, ¿cómo reparto los premios?
Es bastante lógico. Cuanta más gente pueda resultar premiada, más motivación en todo el grupo se generará. Así que opta siempre por repartir numerosos premios entre todos los miembros del equipo.
Funcionan mucho mejor los juegos de gamificación para ventas en los que los premios son de menor importe pero más repartidos que aquellos con un único premio importante. En nuestra experiencia, las ventas aumentan más cuando un 70 % de las personas que participan reciben periódicamente recompensas, por ejemplo, vales para usar en Amazon por valores que oscilan entre los 20 y los 100 euros, que cuando se regala un único viaje a una persona a una isla paradisíaca. De esta manera, la opción de conseguir por lo menos una parte de los objetivos resulta posible, provocando que se mantenga la motivación.
Si las personas participantes perciben el premio como algo lejano e inaccesible perderán toda motivación y los incentivos no te servirán para aumentar su rendimiento.
Y, ¿cada cuánto entrego esa comisión?
Pues cuanto más regularmente y menor tiempo transcurra entre los hitos, más util te resultará para mantener la motivación de los equipos de ventas. Por eso, cuando gamificamos en Playmotiv establecemos ritmos de juego que permitan valorar el rendimiento de los jugadores de forma continua.
Es mucho mejor que repartas una parte del premio semanalmente que esperar un mes entero para valorar y entregarlo. De esta manera, mantendrás a los participantes siempre atentos a la consecución de los objetivos.
Es así como, incluyendo los incentivos laborales monetarios dentro de aventuras gamificadas, con premios para una mayoría y manteniendo un ritmo corto y regular, se consigue estimular a los equipos comerciales.
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Gamifica y descubre un nuevo abanico de posibilidades para tu negocio
Hay pocas cosas que puedan motivarte más que un sistema basado en el estímulo-recompensa. Este tipo de sistemas te permite redescubrir momentos en los que puedes sentirte feliz y despreocupado gracias a haber cumplido un logro, obtener una recompensa y gracias a la secreción de dopamina que provoca en tu cuerpo.
Una partida gamificada, como las que organizamos en Playmotiv, generan un entorno con estas características y provoca las mismas sensaciones.
¿Quieres un equipo súper motivado y preparado para alcanzar mejores resultados? Contacta con nosotros y te ayudaremos a preparar un sistema estructurado de incentivos monetarios.